La sala Torre Nueva acoge la muestra de este artista incluido en el programa Arte Joven en Itinerancia. AUTOR: Javier Joven

TÍTULO DE LA EXPOSICIÓN: Tan obvio y tan extraño

LUGAR: Sala Torre Nueva de Ibercaja

FECHAS: Del 1 de junio al 1 de Julio.

Seis estudios para un rostro. Esa repetición es como un zarandeo al rostro cadavérico, o el cabeceo desasosegado del propio agonizante, chocando a la desesperada contra los límites del cuadro. Desde el umbral de una imagen reduplicada pero nunca totalmente ofrecida que llega a fijarse en nosotros, a mirarnos, el espectador se siente un intruso en el último plano antes del fundido en negro de la muerte.

Olga Picasso reflexionaba sobre la mujer dormida, abandonada a las miradas sin recato de los voyeurs. Aquí no es posible. La boca sensual semiabierta está guardada por ese centinela que nos observa por la mirilla. Esa boca deja de pertenecernos y el rostro entero y la persona se convierte en un campo de batalla perdido.

Las cuatro estaciones Ese caballero nos mira con fijeza, preocupado. Y lo hace desde el margen del cuadro, como si fuera desplazado hacia afuera por ese apelotonamiento luminoso de mensajes efímeros en avance. Ese hombre descentrado, a punto de desaparecer, parece que quisiera ponernos en aviso. De nuevo los colores verdes que presagian muerte.

Concierto Otro aviso inquietante desde el parapeto de la mascarilla. Todo parece contaminado (el tomate, la sopa de fideos), la hiperrealidad de las cosas mostrándose agigantadas. Consumado El crucificado ya no mira. Crucificado en la atmósfera, que no en una cruz, desplazado su paño de pureza desde el sexo a la protección de las vías respiratorias. Desprotegido ya de todo abrigo puritano, ese Cristo parece aún más inocente. El escándalo sigue estando fijado en esa sangre discreta que brota de las llagas. Y en ese dolor de los hombres que se retuercen desnudos, en ese misterio interno que no puede transmitirse. Esa resonancia que invade el espíritu y lo agota.

El periódico de Aragón. 11/06/2006