«No acción», portada del suplemento «Artes&Letras» de Heraldo de Aragón

Javier Joven expone en la Librería Antígona

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«Espuma filosófica de baño. Sabiduría al instante» (2014), en Librería Antígona, del 27 de mayo al 9 de junio. II Edición de ESPORA ZARAGOZA. Masquelibros.

«Espuma filosófica de baño. ¡Sabiduría al instante!» se expone en Antígona

La última obra de Javier Joven, titulada «Espuma filosófica de baño. ¡Sabiduría al instante!», se expone en la librería Antígona en el marco de la II edición de «Espora. Muestra de libros de artista«, del 27 de mayo al 9 de junio de 2014. Se trata de una pócima que asegura la adquisición de sabiduría filosófica tras tomar con ella un baño. Por el momento el autor ha producido tres Espumas filosóficas con las obras de Kant, Heidegger y Kierkegaard.

También podrá verse este año la obra «Platón para perros» -producida en 2013 por el artista-, en la librería Los Portadores de Sueños.

Además, otras sedes (Biblioteca de Aragón, Librería Portadores de Sueños, y Librería Cálamo) acogerán  los libros de artista de los siguientes autores: José Joaquín Beeme, Borja de Pedro, Julia Dorado, Nicole Escolier, Emilio Gascón, M.Carmen Gascón, David Giménez, Ángela Ibañez, Magallón Sicilia, David Martínez, Vicky Méndiz, Pilar Moré, Fernando Navarro, Isabel Páramo, Sylvia Pennings, Prado R.Vielsa, Javier Rutia, Sarah Shackleton, Pedro Tramullas y Pilar Urbano.

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Javier Joven vuelca el ‘wu wei’ en su obra artística

D. M. B. 20/05/2014

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Como lo más delicado del mundo puede con lo más duro y lo que no tiene sustancia penetra donde no hay espacio, Javier Joven ha hecho suyo el términowu wei de la filosofía tahoísta para trasladarlo a su obra artística y plantearse los motivos de su arte. «Es un concepto que tiene que ver con la quietud creativa, con el hecho de dejar que la naturaleza se desarrolle según su curso y actuar sin forzar las situaciones», arranca el artista zaragozano hablando sobre su último proyecto No acción, que se expone en el Espacio en blanco de la Universidad San Jorge hasta el 10 de junio. «¿Cómo he llevado este concepto a mi obra? Dejándome pintar, intentando no gobernar demasiado mi cerebro y que, de alguna manera, fluyera la pintura sola. En definitiva, dar naturalidad a la acción de pintar».

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La “No acción” de Javier Joven en Espacio en blanco hasta el 10 de junio

Por Leyre Beazcochea

Artículo completo en DRAGÓN DIGITAL

«(…) “No acción” es una crítica a la sociedad neoliberal, con afán utilitarista, que se asusta ante
aquello que no se puede comprender y una lucha interna del artista contra su ego. “Hasta el
momento había hecho una pintura muy realista ligada a temas concretos, con un detallismo
que reclamaba cierto reconocimiento técnico. Sin embargo, en esta obra buscaba romper con
esa necesidad de consentimiento del espectador e incluso prescindir de contenido y
experimentar, dejándome llevar tan sólo por la pintura misma (…)»

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Fuente: http://www.dragondigital.es/2014/05/la-accion-de-javier-joven-en-espacio-en-blanco-hasta-el-10-de-junio/

 

«No Acción»

  •  «No acción», el nuevo proyecto de Javier Joven, se expondrá del 8 al 30 de mayo de 2014 en el Espacio en Blanco de la Universidad San Jorge (Zaragoza). Este vídeo presenta parte del proceso de ejecución de una de las pinturas que formarán parte de la muestra.
 

«Lo más delicado del mundo

puede con lo más duro del mundo.

Lo que no tiene sustancia

penetra donde no hay espacio.

Esto muestra el valor de la no-acción.

Enseñar sin palabras,

realizar sin acciones

éste es el modo del Maestro.»

Tao Te Ching

 

No Acción es el nuevo proyecto interdisciplinar en el que trabajo desde 2010. Esta obra supone un punto de inflexión en mi investigación artística, en la medida en que opta por comprometerse con su proceso creativo hasta tensarlo más allá de los límites que proclamaban mis anteriores trabajos. Mi habitual nexo entre pintura y experiencia se imbrica esta vez en un acto poético más radical -en su sentido etimológico de vuelta a la «raíz»-; primero escenificado con un personaje enmascarado e inquietante, después con un ejercicio plástico desprejuiciado, que apunta a la médula de la pintura misma. Me presento con una máscara -no olvidemos el origen árabe del término; maskharah (bufón), o su ligazón griego con el término «persona»- y dejo mi impronta en la naturaleza –a través de la presencia- o en los lienzos y dibujos -con el gesto-.
Partiendo de una serie de acciones pasivas (paradoja conceptual no exenta de ironía) en distintos paisajes interiores -“no lugares” vinculados a Villalengua, pueblo en el que se hunden mis raíces familiares-, me adentro en un viaje estético de la mano de la “quietud creativa” (wu wei) que me conduzca a la clarividencia.

Mi particular y “bastarda” práctica de la “no acción” se desarrolla en diversos soportes y lenguajes interrelacionados: en una primera fase desarrollo la performance en la naturaleza, origen del proyecto; a continuación cobra importancia su “digestión” a través de la fotografía -trabajada de una manera no meramente documental, sino por superposición de capas como palimpsesto– y el vídeo -tratado de un modo casi violentamente estático-. Más tarde la pintura da rienda suelta a la «acción decreciente» o «voluntad menguante» –en términos taoístas-. Inspirándome en Deleuze, he procurado dar rienda suelta a mi impulso y naturalidad para provocar un caos-germen: para ello decido también prescindir de mis clichés, encaminándome hacia mi catástrofe, buscando mi propio diagrama. Esta es, quizás, mi “no acción” más radical: pintar más allá de mí, sin tener en cuenta mi recorrido pictórico y la permanente demanda social –y del mercado artístico en particular- de auto-repetición que genere una “marca” o “estilo” propios, de los que obviamente prescindo. Por último, el dibujo petrifica desde el trazo -unas veces controlado y otras automático- una especie de conclusión abierta, un límite ficticio de lo impalpable.

Como en esta ocasión me importa más el proceso que el resultado, he ensayado, rectificado, borrado ya hasta atentado contra sí mismo para redescubrirme.

No Acción busca de un modo ramificado y abierto –que se dispersa a través de sus diferentes narrativas y soportes- la realización de la areté: el despliegue de aquello que plenifica nuestro ser -“todas las cosas obtienen su forma perfecta cuando se desarrollan en el sentido de su propia excelencia”, según Aristóteles-. Ello requiere una disposición muy atenta y cierta maleabilidad ante la intuición creativa. Implica escuchar nuestro propio silencio.

Este trabajo propone, desde los límites de cada lenguaje artístico, la vuelta a la zona más humilde de nuestra experiencia cotidiana. A la idiocia de lo real -con permiso de Rosset-. A la difícil visión de la realidad inmediata. Se trata de un no recorrido hacia el éxtasis místico que nos abraza desde lo cotidiano. Sin que tengamos que hacer nada para alcanzarlo.

Javier Joven, Zaragoza, 2014