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Palacín y Joven en la presentación de la muestra |
Zaragoza.- A partir de este jueves, acercarse al Monasterio de Veruela es conocer, desde el punto de vista del artista zaragozano Javier Joven, la realidad y a los habitantes del barrio Bañado Sur, en la capital paraguaya de Asunción. A pesar de que estas miles de personas viven en otro hemisferio, olvidados y negados por la propia ciudad, el pintor y fotógrafo muestra que “el ser humano es humano en cualquier parte”.
La exposición, que mostrará en el Monasterio de Veruela hasta el 23 de noviembre alrededor de 60 obras (fotos, collage, vídeos y pinturas), es el resultado de tres años de trabajo a raíz de la estancia de Javier Joven en el barrio paraguayo mientras cursaba la Beca de Ampliación de Estudios Artísticos en el Extranjero concedida por la DPZ. “Aquello me dejó tan impactado que me apetecía seguir rindiendo homenaje al tema y seguir trabajando”, ha contado el artista, que en 2006 presentó un proyecto para renovar su beca en la Casa Velázquez de Madrid.
Así, en la muestra, titulada «Ivy Maraeÿ: Un desplazamiento estético a Bañado Sur», se hace evidente esa “ruptura” o “movimiento pendular”, como ha descrito Joven, entre el trabajo realizado al otro lado del Atlántico y las obras salidas del proceso creativo en España, “dos momentos totalmente diferentes”, ha descrito la presidenta de la Comisión de Cultura y Patrimonio de la DPZ, Cristina Palacín Canfranc.
En Bañado Sur, el artista se centró en las fotografías y los vídeos, de los cuales se exponen 36 y 2 respectivamente. Las fotos “transmiten la inmediatez” y fueron una forma de “implicar a la gente de manera más vital”, ha contado Joven, reconociendo que las dimensiones del barrio lo hacían “inabarcable”, y “no daba tiempo a retratar a todos” si no era mediante una cámara.
Las pinturas salidas de esta “primera etapa más sintética”, que retratan a los personajes de las fotografías con las manos abiertas y solos en un fondo blanco, buscan “descontextualizar la figura de todo lo que le rodea”, ha explicado el artista. “Me llamó tanto la atención que la idea era rescatar a la gente de allí y mostrarlo a la gente del centro de la ciudad, sin la connotación negativa que tiene Bañado Sur”, ha comentado el zaragozano. Y es que antes de exponerse en Veruela, la obra que Javier Joven realizó en Paraguay estuvo expuesta en la embajada española de Asunción y en el Museo del Barro/Centro de Artes Visuales de Asunción.
La obra realizada en Madrid “se vuelve más subjetiva y desbordante, porque quiero transmitir al espectador occidental un cúmulo de sensaciones que a mí me abrumaba mucho”, ha afirmado el artista. Así, los cuadros son “más recargados”, “empiezan a inferir imágenes de la iconología de aquí” que se integran con “la herencia pictórica latinoamericana, como los murales mexicanos”, ha descrito.
En definitiva, «Ivy Maraeÿ: Un desplazamiento estético a Bañado Sur» traslada al espectador a otro mundo, negado pero real, a través de los ojos de Javier Joven, a quien la estancia en aquel lugar que se representa como una mancha verde en los mapas de Asunción, le ha marcado “hondamente, tanto humana como artísticamente”.
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